Viernes 16 Octubre 2009.
A la derecha estaba el mar, del cual ellos dos oían sus olas y sentían la brisa, pero nada ni nadie, habría podido romper la conexión que había entre ellos en ese momento. Se miraban a los ojos intensamente, las palmas de sus manos se rozaban mutuamente, él sostenía con sus manos mirando al cielo boca arriba las de ella mirando a la tierra boca abajo. No creo que ninguno de los dos volviese a ver en otra persona lo mismo que en aquel momento presenciaban, era un acontecimiento único algo que solo les puede suceder a dos personas como él y ella, una mirada sincera les unía, una mirada que se podría contemplar durante horas sin acordarte si quiera de que existe un mundo , ni mas personas que él o ella.
Tenerle a él sentado frente a ti amándote sin pronunciar una palabra ni hacer un gesto, con un leve contacto físico, casi una caricia, pero él lo percibe y lo corresponde de la misma manera en que se mira una estrella y ella te complace con su brillo interminable, de la misma forma en que una flor bella con el viento se mueve sintiendo sus caricias, del mismo modo en el que se respira aire en las montañas, una simple bocanada y te sientes tan profundo y tan nuevo que deseas que nunca pase ese momento.
Posdata: Retrato de un amor.
lunes, 19 de octubre de 2009
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